Chizu vino a verme desde Hiroshima

Tal y como prometí ayer, hoy voy a continuar con la crónica que dejé inacabada en este post en el que os conté que, Chizu vino a verme desde Hiroshima durante la Golden Week (¡vaya esta vez tampoco me va a dar tiempo a explicar lo que significan estos dias… os prometo sin falta que os lo explicaré pronto pero podéis leerlo aquí). Ya os dije que estuvimos por Kyoto y alrededores, pero me quede a medias de contanros lo que hicimos.

Como no, toda visita a la antigua capital lleva implícito el ir al al Kiyomizu-dera, no se si recordais, pero os he hablado muchas veces ya de este espectacular templo. Aquí vine a ver el momiji en Otono con Sergio y vengo a menudo a pasear. Hay que saber a qué horas venir para no encontrartelo lleno de turistas y/o excursiones de colegios, aunque ahora, en estas fechas, es difícil encontrar esa mágica tranquilidad en las calles de esta ciudad, no obstante nosotros tuvimos suerte y la encontramos. En la foto estoy en el altar principal del templo y, como véis, no hay mucha gente alrededor. Yo no soy budista, asi que me eche unos «Padrenuestros» de buen rollo, como el budismo es tolerante con toda fé y no es incompatible (de hecho en Japón la media es de más de una religión por persona) pues no esta mal visto.

Flapy en el KiyomizuLa otra visita que os comentaba que hicimos, es la visita al monte Hiei (en japonés se escribe: 比叡山=Hieizan), un monte santuario donde se ubica el famoso templo Enryaku-ji(延暦寺), además de otros muchos templos y altares a lo largo de la falda del monte y hasta llegar a la parte mas alta transitable. Había mucha gente, pero el ambiente sigue inspirando tranquilidad y respeto, ya que no habia muchos turistas, eran sobretodo peregrinos y visitantes (yo solo ví japoneses y algun que otro monje del budismo Indo, pero supongo que budistas y curiosos de todo el mundo se dejarán caer por aqui).

Este monte también esta en las afueras de Kyoto, como el Koya-san, y, aunque tiene unos caminos hechos con planos en cada esquina para que no te pierdas en la peregrinación por los templos, yo recomiendo salirse un poco del camino. Nosotros lo hicimos así y nos encontramos en un paraje digno de un cuento de hadas, totalmente solos, siguiendo la ribera de un pequeno río, siguiendo la estela de los faroles de piedra ahora en desuso que , seguramente no hace mucho, tiempo indicaban el camino a los peregrinos en la oscuridad de la noche. También es curioso encontrar pequeños altares Sintoístas perdidos en el bosque, muchos llenos de telarañas y musgo, pero que aun asi no pierden su encanto.

De todas formas, para explorar la parte transitable (ya que hay sitios a los que esta terminantemente prohibido acceder) se necesita más de un día (sobretodo si te pierdes por los caminos y no sigues el itinerario de peregrinación). Mas abajo os dejo con una panorámica de la vista desde uno de los miradores desde lo alto del monte, por cierto, como anécdota… este punto no es accesible a pie (por poder se podria, pero está prohibido) y hay que ir en una especie de tranvía que va por la ladera de la montañaa, con una inclinacion de unos 35-40 grados !! es muy curioso !!

Bueno, y de momento os voy a ir dejando, que aunque no termino de ponerme al día tampoco me puedo entretener más. Tras la Golden Week, Chizu volvió a Hiroshima y, en general, todos volvimos a nuestra vida normal y rutinaria. Por cierto, he pensado que, el dia 15 por la mañana, es decir, el jueves, provechando la resaca que deje el equipo español tras su estreno en el mundial (esperemos que sea buena) voy a publicar una edición especial del blog sobre cómo se ve el mundial desde aquí y aprovecharé para explicar alguna que otra curiosidad de la cultura japonesa. Así adelanto cosas que os queria contar aunque no sean acontecimientos de mi vida. Esta semana sera una excepción, ya que, normalmente… ¡¡no tengo tiempo para actualizar tantas veces a la semana!!

Un enorme abrazo a todos.

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