Cenando Yuba en Osaka
Hoy, aunque es lunes, es festivo en Japón y he aprovechado para ir al Gion Matsuri, una de las fiestas mas importantes de Kyoto… ¡¡ya os contare otro día!!. Hoy quiero acabar el relato de las celebraciones de mi cumpleaños, que comencé en este artículo (y que llevo contando varios días).
Nos quedamos en que, el domingo por la noche, tras comer con la familia de Mutsumi, volví a Osaka, porque había quedado con mi buena amiga Shoko que me iba a invitar a una cena muy especial como regalo de cumpleaños:
Se trataba del restaurante en el que ella trabaja a media jornada (en japonés se dice arubaito), y que es un restaurante bastante caro, pero ella, por ser empleada, tenía un suculento descuento. ¿Que por qué es tan caro este restaurante?. Ya no es solo la presentacion del plato o la exquisita decoracion del local llevada con rigurosidad japonesa hasta el último detalle, sino que la comida es una especialidad muy curiosa. Os lo describo a continuación.
En el centro de la mesa tienes un cuenco grande con leche de soja cociendose y mientras se calienta te van trayendo tapas para que vayas picando, aperitivos, etc… el caso es que, cuando la leche de soja ya cuece, se ha formado una pequena capa de crema en la parte de arriba, muy fina, pero muy consistente llamada Yuba, pues la coges con los palillos y te la comes, con lo que en el cuenco queda la leche hirviendo tal cual. Entonces te traen carnes y verduras crudas, cada uno las coge, las cuece remojandolas en la leche de soja hirviendo (como el que moja una Fontaneda en el Cola-Cao) ¡¡y para dentro!!. Como veis en la foto, yo al principio estaba un poco incrédulo, pero luego resulto ser un manjar exqusito. Luego les hablas del «arroz con leche» y te ponen el grito en el cielo… pues anda que el «bacon con leche» ¡¡¡manda webs!!!
Otras de las «delicatessen» del restaurante era el sake, tienen una variedad de Nihonshu (en japonés:日本酒) que, al parecer, es muy concreta y te lo sirven en un recipiente hecho con la caña del bambú. Los vasos tambien estan hechos del bambú y la verdad es que el sabor es muy bueno y facil de tragar, lo cual tambien lo convierte en peligroso. Jejeje… Después de la cena dimos una vuelta por el centro de Osaka (esta ciudad cada vez me gusta más) y luego cada mochuelo a su olivo ¡¡que al dia siguiente habia que madrugar!!
Y con esto, acaba el fin de semana, y con él, todas las celebraciones de mi cumpleaños. Así que, a partir de mañana, continuaré el blog con normalidad. ¡¡Hasta entonces cuidaos mucho… y feliz semana!!