Monográfico sobre Okinawa
¡Hola a todos! ¿Que tal?
Yo, últimamente no he hecho nada digno de mención así que voy a escribir esta vez un post monográfico que, además, os lo debo a todos desde hace muuuucho tiempo. Cuando vinieron a verme mis amigos desde Madrid, uno de los viajes mas memorables fue nuestro viaje a Okinawa, pero en su momento no os comente mucho, ya que os dije que Okinawa, por la cantidad de peculiaridades del lugar, merecía un post completo y varios meses después (mas vale tarde que nunca) aquí tenéis este Monográfico sobre Okinawa. Espero que os guste, porque lo he hecho con mucho cariño y se lo dedico a todos vosotros y a todos los okinawenses…
Okinawa es la isla más grande de un pequeño archipiélago que pertenece a Japón y que esta situado cerca de Taiwán. Hasta el año 1609 era el reino de Ryukyu, un reino independiente, pero súbdito del imperio Chino y que fue conquistado por las tropas japonesas del clan Satsuma debido a su situación geográfica, muy estratégica para el control del Pacífico. Por esta misma razon, Estados Unidos tiene aquí una de sus mayores bases en la zona y, tras la II Guerra Mundial, administró esta isla hasta finales de 1972. En la foto nos tenéis con un grupo de de música típica okinawense que hicieron un espectáculo con una variacion okinawense del taiko y bailes tradicionales del lugar.
También debido a su ubicación, los habitantes de estas islas desarrollaron una rica cultura muy característica y un idioma propio, que los japoneses intentaron abolir desde que la isla se convirtió en una prefectura de Japón en 1879, con la restauración Meiji. Para ello, establecieron un duro sistema educativo que promovía el idioma japonés y la cultura japonesa de una manera prácticamente marcial y xasi lo consiguieron. Actualmente allí se habla, ademas de japonés como idioma oficial del país, «Uchinaguchi«, u Okinawa-go (沖縄語), aun que en Honshu a veces podemos oir que se dirigen al idioma como Okinawa-ben.
Bueno, una vez que nos hemos situado un poco, procederé a hablar de algunas de las peculiaridades de este lugar. Okinawa vive principalmente de las bases americanas (que repercuten de forma directa en la economía local) y del turismo (sobretodo interno japonés), ya que debido a la latitud privilegiada, la mayoría del año las temperaturas son muy suaves y es uno de los destinos de relax y playa predilectos por los nipones, también la peculiaridad de su cultura es un atractivo para los visitantes. También por su clima, el cultivo de frutales (en especial la piña) la convierte en el productor primario de fruta dentro de Japón. Otra de las grandes exportaciones de Okinawa ha sido una de las artes marciales mas famosas del mundo : el karate, que nació por las influencias chinas y japonesas sobre las ya existentes costumbres guerreras propia de la isla.
También la gastronomía, aunque tiene influencias muy claras de China y Japón, tiene famosos platos de distinción propia, por ejemplo, la Okinawa Soba (mucho mas sabrosa, en mi opinión, que la soba típica japonesa).También esta el Goya (nada que ver con el pintor) que es una especie de pepino de sabor amargo, pero que a mi me gusto bastante en ensalada o revuelto con huevo (este plato se llama Goya chanpuru).De aquí también es famosa la oreja de cerdo (como en las tapitas madrileñas), distintos tipos de pescado y también los po-po. Los po-po son una especie de crepes que se comen en forma de rollito y merecen especial mención porque, en japonés, el sufijo «ya» significa «tienda de», de tal manera que una tienda de libros es una hon-ya (本屋), una tienda de flores una hana-ya(花屋) y una tienda de po-po, una po-poya(ポーポー屋), un nombre desafortunado en castellano.
Otro factor muy atractivo de Okinawa es la arquitectura, en la que podemos observar claras influencias de China, por ejemplo, en lo que era antes el centro neurálgico del reino de Ryukyu: el Shuri-jo, situado en Naha, la capital de Okinawa, de unos 310.000 habitantes. Actualmente, es una de las mayores atracciones turísticas del lugar. El castillo original, donde el rey del archipiélago recibía a las comitivas del embajador chino, fue destruido durante los bombardeos de la guerra, y actualmente hay una reconstrucción en la misma ubicación (adaptada en su interior como un museo). En la foto inferior estamos todos frente al mencionado monumento.
Otro elemento de la cultura de Okinawa son los shiishaa (シーサー, también de clara influencia china. Son representaciones de un ser entre león, perro y dragón similar a los que protegen los templos y palacios en la China continental. La representación en Okinawa cambia, el animal es visiblemente distinto (lo tenéis en la foto un poco más abajo),y distinguimos al macho de la hembra porque el primero tiene la boca abierta y la segunda, cerrada.
Socialmente hablando, Okinawa es la prefectura más pobre de Japon, con uno de los sueldos medios más bajos y el sistema educativo más precario. Hasta la II Guerra Mundial, los okinawenses nunca fueron considerados «tan japoneses» como el resto (se les consideraba nipones «de segunda clase»). Este lugar fue uno de los más perjudicados durante la guerra, tanto por los ataques norteamericanos como por los propios japoneses. Los soldados japoneses difundieron entre los civiles que había suicidarse antes de que los norteamericanos les cogieran presos y las milicias japonesas hasta llegaron a matar a los bebes okinawenses que lloraban para que sus refugios no fueran localizados por las tropas norteamericanas, que también hicieron auténticas fechorías contra la población civil. La Batalla de Okinawa, fue una auténtica carnicería, soldados y civiles salían de sus refugios armados con lanzas y puñales cuando se les acababa la munición para enfrentarse contra los nidos de metralla estadounidenses, y hasta los médicos y enfermeras se inmolaban junto a los heridos cuando los soldados enemigos entraban en su base. La foto inferior es uno de los refugios subterráneos de la isla donde, en las paredes, aún se pueden encontrar restos de metrallas de las granadas que utilizaron los últimos supervivientes de este lugar para suicidarse.
Todo esto fue reproducido en una carta de un alto mando japones en Okinawa a sus superiores en Tokyo y, así fue cómo se reconocio el heróico valor de los okinawenses y se ganaron el respeto del resto de la nación. Aun así, después de la guerra, Okinawa quedo destrozada y desde aquí se realizo el mayor exilio de emigrantes (debido a la extrema pobreza) desde Japón hacia sudamérica sobretodo, en especial a Brasil y Perú.
Tal y como me sucedió en Hiroshima, me sorprendió encontrar en estas islas una poblacion sin rencor, siempre sonriente y amable, pero consciente de su pasado… porque de esta lección… deberíamos aprender todos.
Espero que os haya gustado…