Tanabata (七夕)
El 7 de Julio, es un día muy especial en Japón (y no es por San Fermín), si no porque es el día del Tanabata (七夕). Ya desde hace unas semanas, durante los dias previos a esta celebración la gente cuelga en las ramas de los arboles de bambú papeles de colores con deseos. Incluso en las empresas, universidades y oficinas se pone un arbol de bambú pequeñito para que los estudiantes o trabajadores puedan colgar allí sus deseos. Todo esto tiene su origen en una tradición budista, basada en una romántica leyenda china (de hecho en China hoy es como un San Valentín). Esta tradición fue introducida en Japón y adaptada por los japoneses durante el periodo Nara (s.VII-IX) aunque, la costumbre de poner los deseos en el árbol de bambú es mucho posterior, del periodo Edo (s.XVII-XIX).
La historia es más larga y más bonita de lo que expreso aquí, pero os haré un resumen : Es la historia de amor representada en el cielo por dos estrellas, Vega y Altair, que están en lados opuestos de la vía láctea. La estrella Vega representa a la preciosa Orihime (織姫 – princesa de los tejidos), hija de Tenkou (天候 – el dios celestial ), y que trabaja con un telar llamada Tanabata (七夕) junto a un río en el cielo llamado Amanogawa (天の川),- que no es otro que la vía lactea -). Al otro lado, está la estrella Altair, en japonés Hikoboshi (ひこ星) que es Kengyu (牽牛), un pastor de bueyes que vive al otro lado del río. Véase su posición en el cielo en la siguiente imagen:
Un día Tenkou le presentó a Kengyu su bellísima hija, como premio a su trabajo. Ambos al verse se enamoraron apasionadamente y Orihime empezó a escaparse de sus labores para poder verle. Esto llegó al punto de que los dos enamorados dejaron de trabajar para estar juntos, lo cual hizo que el Dios del cielo se enfureciera tanto que los condenó a estar cada uno en una orilla distinta del Amanogawa de tal manera que solo pudieran verse una vez al año: la séptima noche del séptimo mes. Esa noche, el barquero mágico de la luna, llevará a Orihime ( Vega) al otro lado del Amanogawa(vía lactea) para que se encuentre con KenGyu (Altair), pero esto solo sucederá si Tenkou (el cielo) está contento con el trabajo de su hija y hace que esa noche no llueva, porque si no, la barca se inundaría y no podrían verse hasta el año siguiente.
Así que, los días de antes, los japoneses escriben deseos en papeles de colores y los cuelgan en los árboles de bambú para que el Tenkou los vea… y cantan esta canción y rezan para que esa noche no llueva, y así los enamorados puedan juntarse y ser felices, y en su plenitud de felicidad, concedan también los deseos a aquellos que les apoyaron mostrando su solidaridad en los papeles de colores y en sus canciones. En la foto estoy colgando mi deseo en el árbol de Tanabata del comedor del centro tecnológico donde estudio. Aunque es una fiesta muy bonita y esta dedicada sobretodo a los niños, yo ya he colgado mi deseo, ahora cantad conmigo para ver si conseguimos que se cumpla.
Feliz fin de semana a todos… 🙂