Cuando los sueños no se alcanzan
Soy un soñador, toda mi vida me la he pasado soñando… de niño soñé con ser astronauta, actor de cine, inventor, cantante, piloto, que viajaría por todo el mundo y que viviría en un avión o una nave espacial… ahora sueño dormido, sueño despierto, mi mente no deja de crear, me inspiro en lo cotidiano, lo diario, lo simple… sueño muchas cosas que nunca llegan a materializarse… otras sí… y dejan de ser sueños…
Yo creía que la vida llegaba a su plenitud de felicidad cuando se alcanzaban los sueños, pero no es así… la felicidad llega a su plenitud en esos breves momentos en los que, en tu camino, te cruzas con otras personas, que te ayudan, que lloran contigo, que ríen a tu lado, que te apoyan, te aman, te besan o que, simplemente, te sonríen… los momentos en los que haces lo que deseas, en los que te reencuentras con el ser querido, en los que estás con tu familia o tus amigos… en los que observas un atardecer en silencio… o llegas a ese templo en lo alto de la montaña… ESOS son los momentos de felicidad… aún cuando los sueños no se alcanzan…
Sí, es muy bonito cumplir un sueño… pero lo mejor de los sueños no es conseguirlos… si no luchar por ellos…
Prefiero ser un buscador… y buscador es el que busca… no necesariamente el que encuentra, como bien dice Jorge Bucay… aquí os dejo con un cuento suyo… de verdad, merece la pena… tomáos el tiempo de escucharlo…