Lujo y gastronomía en Hong Kong
Hoy seguiré hablando de mis aventuras viajeras fuera de Japón, continuando con mi fin de semana de lujo en Hong Kong, al que fui invitado como blogger de viajes por el Hotel Mandarín Oriental. La fotografía que encabeza el post es la entrada a «The Mandarin Barber» una barbería que mantiene el ambiente clásico con todas las comodidades. Por ejemplo, bajo estas líneas podéis ver un espacio privado de la barbería (con su televisión, conexión Wifi, etc):
También tienen salas para hacer la delicada pedicura Shanghainesa (véase la imagen bajo este párrafo), que es una antigua costumbre china de la que apenas quedan maestros y consiste en realizar la pedicura con afiladas cuchillas, yo me hubiera animado a probarla si no fuera que hay que pedir cita con bastante antelación ya que es un servicio bastante solicitado. De haberlo sabido hubiera reservado. Cuesta unos 60Euros al cambio por una sesión de 55 minutos .
También tienen peluquería y salón de belleza de estilo moderno, pero por no hablar más de pies y pelos, pasaré a hablar de otros de los puntos fuertes del hotel: el gimnasio y, sobre todo, el Mandarin SPA. Aunque no pude hacer fotos en su interior he de decir que es de los mejores que he visto. De nuevo, por no haber pedido cita no disfruté de ningún tratamiento.
La recepción del Mandarin Spa, está ambientada en la China del siglo pasado.
Y, ahora, vamos a la parte que más me gusta a mí: la gastronomía. Comenzaré por lo más dulce: los pasteles, bombones y mermeladas hechas artesanalmente de la pastelería de la primera planta, un lugar que mucha gente en Hong Kong ya conoce, ya que es común pasarse por allí a tomar un café y disfrutar de un pastel durante el fin de semana. El pastelero, realmente es un artista, tenían expuestos pasteles de todas las formas y colores que os podáis imaginar:
Sí, lo que véis en estas tres fotos de arriba es comestible. 😉
Como soy un amante de la comida asiática, de los varios y variados restaurantes que tiene el hotel, elegí para comer el Man Wah, en la planta 25, un restaurante de comida china tradicional con un toque de autor que lo convierte en una delicia. Comenzamos con unos Dim Sum variados, seguidos de langosta frita con huevo y mousse de vieira, y de platos fuertes: Arroz estofado con setas y Matsutake (un hongo similar al champiñón pero de mucho más valor) y solomillo de cerdo al Wok con vinagre de Chinkiang, frutos secos y peras al licor de Kuei Hua. Tenéis estos dos últimos platos en esta foto:
Los postres, también realmente deliciosos, sobre todo la tartaleta de huevo al estilo de Macau. Como véis toda una experiencia gastronómica, aunque si lo que os apetece es tomar algo más informal, podéis ir a cualquiera de los bares y tabernas de diferentes estilos que hay en el hotel. Este por ejemplo está también en la planta 25 y tiene unas vistas fabulosas, se llama M Bar:
Para despedir esta entrada y, con ella, la crónica de este inolvidable fin de semana, os hablaré del desayuno, en el que tendemos un extenso buffet con todo tipo de comida y fruta fresca, eso sí el zumo recién exprimido y el café recién hecho (del mejor café que he tomado en Asia). La bollería también es fresca, me encantaron los donuts, no obstante mi plato fuerte fue más bien salado: salmón, encurtidos, bacon y sopa de miso:
¿Qué os ha parecido la crónica de mi finde de lujo y gastronomía en Hong Kong?