Amsterdam
Hoy, como cada miércoles, hablaré de mis aventuras fuera de Japón, y me gustaría empezar por la que ha sido la primera parada de mi ruta viajera de este año: la siempre cautivadora Amsterdam, la capital de los Países Bajos, un lugar que, aunque ya he visitado en múltiples ocasiones, no deja de sorprenderme.
Una chica toca el arpa en Rembrandtplein
Esta vez estuve los días suficientes como para «exprimir» mi estancia. Y así fue, los primeros días viví la experiencia neerlandesa al 100% recorriendo las calles de la ciudad en bicicleta, uno de los transportes más populares del lugar. Aunque he de reconocer que, entre el frío y el freno pedal (se frenaba pedaleando hacia atrás) me costó un poco acostumbrarme.
Después, y para aprovechar el tiempo al máximo, conseguí una I Amsterdam City Card de 72horas de duración (las hay también de 24 y 48h.) que te permite montar de forma gratuita en el transporte público municipal, disfrutar del paseo en barco por los canales, entrar gratis a muchos museos y atracciones turísticas y obtener suculentos descuentos.
Pude visitar algunas cosas que tenía pendientes desde la última vez que estuve, como el Museo Van Gogh (que me encantó) y Zaanse Schans, un área del cercano municipio de Zaanstad que fue todo un descubrimiento. Lo malo es que también tuve que dejar cosas en el tintero, como el barrio de Begijnhof, pero bueno… así tengo una excusa para volver. 😉
También visite lugares de la ciudad que ya conocía: el casco antiguo, la Plaza Dam o el Barrio Rojo, pero esta vez con más tiempo, centrándome más en los detalles y menos en lo que se ve cuando vienes a la ciudad por primera vez. Intentando re-descubrir lo que ya se conoce: una práctica que siempre nos garantiza unos óptimos resultados.
También aproveché para probar las populares croquetas de Van Dobben aprovechando que a los portadores de la City Card les regalaban una. Como ví que todos los lugareños que estaban allí las acompañaban de un vaso de leche pues hice lo mismo y resultó ser una combinación más satisfactoria de lo que parecía.
Para terminar este post me gustaría dejaros con esta fotografía: esta cama flotante (que está en el Barrio Rojo) y que es una de las obras del Amsterdam Light Festival, una exposición al aire libre extendida por toda la ciudad que se puede visitar en itinerarios en bicicleta, a pie o en barco, que fue como lo hice yo. ¿Habéis estado en Amsterdam? ¿Qué opináis de la ciudad?