Gansen-ji (岩船寺)
Hay templos ancestrales que, escondidos entre las montañas, guardan oscuras historias, secretas leyendas y reliquias que pocos recuerdan. Quizá porque fueron parte de un corto periodo de gloria que se remonta a cuando Japón tuvo unas capitales ya olvidadas. Uno de esos templos es el Gansen-ji (岩船寺), fundado en el año 729 de nuestra era y prueba tangible del poder y la influencia del budismo en Nara y sus alrededores durante el siglo octavo.
Hoy hace un justo un año que visité este lugar por primera vez en una ruta de senderismo que hice por el valle del río Kizu (a veces lo transcriben como Kidu) y me encantó. Fue una pena que aún fuera temprano para ver los árboles teñidos de colores ocres y rojizos debido al Kouyou (紅葉), pero aún así disfruté mucho del emplazamiento del templo y de la tranquilidad de ver algo tan bonito sin gente alrededor, ya que, hasta aquí, quitando épocas muy concretas, no viene nadie.
Se cree que el templo fue fundado por el monje budista Gyōki, uno de lo más célebres de aquella época (que también participo activamente en la construcción del Todai-ji). También se sabe que el emplazamiento original del templo estaba unos 3 kilómetros más al sur. La pagoda (de tres niveles) se incorporó mucho más tarde al complejo, ya que es del año 1442 (periodo Muromachi).
Aunque, como podéis ver en las imágenes, el templo estaba precioso, una de las épocas ideales para visitarlo sería entre los meses de mayo y julio que es cuando florece el ajisai (紫陽花), un tipo de hortensia que se da en Japón, ya que los jardines están llenos de esta planta. Para haceros una idea os dejo con esta fotografía, que ha sido obtenida de k-kabegami, es la única que no es mía de este post:
Justo detrás de la pagoda hay un camino que nos lleva a las colinas que rodean el templo, mucha gente no se percata de él, llega hasta la última edificación y regresa, pero, ya que había llegado hasta allí, no pensaba irme sin haber visto todo lo posible, así que empecé a subir por un pequeño sendero delimitado por árboles jóvenes y alguna que otra valla de madera.
El camino rodea literalmente el templo, primero la pagoda, luego la entrada y luego asciende hasta una parte privilegiada de la colina que nos permite ver todo el valle. Después no nos queda otra opción que deshacer el camino de unos 5-10 minutos que hemos tenido que andar para llegar aquí, pero vamos… solo por esta vista merece la pena el paseo:
Al final del post, os dejo la ubicación de este templo en Google Maps, no obstante, os indicaré más fácilmente cómo llegar para poneros en situación. Actualmente este área pertenece al término municipal de Kizugawa (木津川市) que, aunque es parte la prefectura de Kyoto, está tan al sur de la provincia que la ciudad «grande» más cercana es Nara, desde la cual se podría acceder hasta aquí, pero habría que tomar dos autobuses y es algo lioso, así que en el siguiente párrafo os explico las que considero las formas más fáciles de llegar:
Detalle de la entrada de la pagoda
Primero, tendríais que ir en tren hasta la estación de Kamo de la línea JR, salir por la salida este (東口) y tomar un autobús comunitario de la línea 10 que nos llevará hasta el templo o, directamente, andar desde la estación (yo tomé esta última opción, ya que estaba realizando una ruta de senderismo por la zona). La entrada al templo cuesta 400yenes por persona (haz clic sobre la cantidad para ver el cambio en Euros)
Si vais andando, subiendo por la carretera se tarda alrededor de una hora y veinte minutos, pero es un camino bastante aburrido. Yo recomiendo ir por un sendero paralelo que podemos tomar antes de salir del pueblo de Kamo y que es mucho más entretenido, además tendremos la oportunidad de cruzarnos con gente de la zona (que son encantadores) y tardaremos unos 100 minutos. No obstante, aquí os dejo el mapa para que os orientéis:
¡FELIZ FIN DE SEMANA A TODOS!