Volar en Business Class con Turkish Airlines
Como muchos ya sabéis, estos días en encuentro en España. Aunque más de una vez me ha tocado pasar las navidades lejos de casa o he acabado pasando la nochevieja en Filipinas, siempre intento venir a España en estas fechas para disfrutar de la compañía de familiares y amigos. Pero hoy no voy a hablar mi estancia si no de mi viaje, ya que, tuve la oportunidad de volar en business class con Turkish Airlines desde Osaka hasta Madrid y me gustaría contar mi experiencia.
La fotografía que encabeza este post es del asiento que pude disfrutar, es de estos que tienen diferentes posiciones y se hacen cama, por lo que (a no ser que seas muy alto) puedes ir durmiendo cómodamente durante el vuelo y, para dormilones como yo, esto es un auténtico lujo. Pero además de la comodidad me gustaría destacar la comida, ya que que, como bien sabéis por mi instagram, soy muy dado al buen yantar y esto es otro de los aspectos que marca la diferencia (aunque en la clase económica se come bastante bien).
Para la cena había varios platos para elegir, yo elegí de entrante hummus, ensalada de berenjena, tabbouleh acompañado de pimiento, queso blanco y pollo y sopa de calabaza. De plato principal opté por el lenguado con verduras acompañado de un poco de tofu y arroz. Y de postre fruta fresca:
Para el desayuno también te ofrecen un menú que fui rellenando entre que jugaba a los jueguecitos y me veía alguna que otra película del amplio sistema de entretenimiento. Aproveché para ver Girls Step y la última de los Minions. El tamaño de la pantalla y la calidad del sonido que ya de por sí en económica es buena, en business ya ni os cuento. Tras haber rellenado el menú lo entregué al personal de a bordo y me eché una siestecita.
De entrante yogur, queso y fruta (se nota que en Japón la fruta es escasa y cara, por eso la elegí en todas las comidas) y de plato principal tortilla de aguacate y tomate, acompañada de champiñones y pimientos al grill. Por supuesto, el zumo de naranja natural y el café con leche, tampoco pueden faltar, que si no, no me espabilo. Y, bueno, os dejo con las fotografías del desayuno y prometo ya no hablar de comida en el resto del artículo:
Otro de los privilegios de ir en business es el poder disfrutar de forma gratuita de los lounges o salas VIP de los aeropuertos. Lo cual nos permite descansar cómodamente en la escala, adelantar trabajo, seguir comiendo o bebiendo (si alguien aún tiene espacio, claro…), leer un libro, jugar al billar con los compañeros de viaje o incluso darse una ducha antes de tomar el siguiente vuelo. El lounge de Turkish Airlines en Estambul, más allá de todos los servicios que ofrece es fabuloso en todos los aspectos, siendo uno de los mejores en los que estado en mi vida, con una superficie de casi 6000 metros cuadrados repartidos en dos plantas:
Bueno, y con esto acabaría este resumen de mi experiencia. Creo que lo he explicado de forma bastante completa sin dejarme nada en el tintero, pero si, aún así, tenéis alguna duda podéis preguntar en los comentarios de esta entrada o contactarme en mi twitter. Para finalizar me gustaría desearos a todos unas felices fiestas y que, estéis donde estéis, tengáis unos días fabulosos y, sobre todo, muy felices. Os iré contando nuevas aventuras viajeras durante los próximos días.
¡ FELICES FIESTAS A TODOS!