Ahora mismo lees el archivo de

Kamakura

Hortensias – Ajisai

Hortensias (Ajisai)

En Japón, cada flor tiene su época: en abril la flor del cerezo (en japonés sakura:桜), en mayo las glicinias (en japonés, Fuji:藤) y junio es la época de las hortensias (en japonés, Ajisai:紫陽花). Es una flor que llega con el tsuyu (la época de lluvias japonesa) y anuncian el comienzo del húmedo verano japonés. También de esta flor se consigue un tipo especial de té, aunque no es de los más comunes.

Hortensias - Ajisai

La verdad es que antes de venir a vivir aquí, no entendía mucho de flores, no sabía cuando florecía cada una, ni nunca le había dado importancia. En cambio en Japón, cada flor tiene su importancia, tiene su mes, y son utilizadas (junto con otros fenómenos naturales) para marcar cuando empieza cada etapa del año (en la antigüedad, el año en en el país del sol naciente tenía muchas más fases que nuestras cuatro estaciones.

Ajisai_1841

Durante esta época (mes de Junio, mayoritariamente) se pueden ver hortensias de diversos colores en muchos jardines y templos del país. El color puede variar según la variante de la planta y por la naturaleza del suelo, no obstante, se pueden ver diferentes colores de hortensias en un mismo jardín creando un paisaje fabuloso. Véanse por ejemplo las fotografías (todas realizadas con un iPhone6S) que acompañan este post.

Ajisai_0417

Estas fotos en concreto las tomamos en el templo Hasedera de Kamakura, que es uno de los más populares para ver las hortensias a mediados del mes de junio, ya que tienen muchas de los más diversos colores. No obstante, hay muchos otros lugares donde se pueden ver en diferentes puntos del país: templos, santuarios, jardines, parques, castillos…

Ajisai_1911

Para finalizar el artículo os voy a dejar con algunas imágenes más, que tomamos durante la visita que hicimos con nuestros viajeros de Viajar Por Asia (no dudes en contactarnos si quieres realizar visitas por Japón con nosotros). Espero que os gusten las fotografías:

Ajisai_0910

Ajisai_1303

Ajisai_1031

>>MÁS FOTOS

Paseando por Kamakura (鎌倉を散歩)

Templeterete

El año pasado, aproveché una de mis escapadas a Tokyo para pasar un día tranquilo paseando por Kamakura, que además de estar cerca de la capital nipona, es un sitio ideal para pasar un día haciendo fotografías y visitando templos. Si el tiempo acompaña (ni mucho calor, ni tampoco frío) como fue el caso, las horas pasan sin que te des cuenta, por lo que madrugar un poquito merece la pena.

ちょっと休もう!

Recomiendo que os bajéis en la pequeña estación de Kita-Kamakura, visitéis el cercano Engaku-ji y os dirijáis hacia el sur (hacia el centro de Kamakura) sin dejar de pulular por las decenas de templos y capillas que iremos encontrando. Además de las edificaciones, las sorpresas, que en realidad allí son cosas totalmente cotidianas, irán fluyendo a vuestro paso. Por ejemplo, encontré a una pareja haciendo Kyūdō, me recordaron a los chiquillos del club deportivo que conocí cuando me infiltré en un instituto japonés.

弓道

Como era un día de diario, no había mucha gente. Si acaso algún colegio de excursión visitando la zona, así que se estaba bastante a gusto. Al llegar al Jōchi-ji (aquí tenéis su ubicación en google maps, para orientaros un poco mejor) me encontré con otra de las gratas sorpresas que me deparaba el paseo de hoy. Había un montón de japoneses pintando, no solo el entorno natural era ideal, si no el ambiente de trabajo: relajado pero efectivo. Me planteé venirme aquí a trabajar los días que hiciera buen tiempo, pero luego me di cuenta que no había enchufes para mis cacharros. 🙂

絵

Durante el paseo, los templos, santuarios, pequeñas capillas e imágenes de deidades no dejan de sucederse, en algunos caminos el bambú nos rodea como si fueran centinelas a nuestro paso, que parecen quejarse si el viento les empuja con más fuerza de la que a ellos les apetece. Paré a comer algo y tomar una bebida ya cerca de la estación de Kamakura y seguí mi caminar. Después de un buen rato andando por los alrededores, me dirigí hacia el templo Hasedera, que me gusta mucho, y allí me tomé otro descanso.

Bamboo

Ya para acabar, me dirigí al Gran Buda de Kamakura, cuando llegué había una excursión de un colegio todos uniformados como en los manga, organizándose para hacerse una foto de grupo frente al monumento. Me quedé observándoles un rato, con una sonrisa, era curioso ver cómo los ordenaban. Luego esperé a que se disolvieran para estar más tranquilo. Aquí fue en el único lugar de todo el paseo donde vi visitantes extranjeros.

Foto de grupo frente al Gran Buda de Kamakura

Para terminar, antes de coger el tren de regreso, me dí un paseo por la playa, descalzo con los pies en el agua: nada más reconfortante… Enoshima se veía en la lejanía y su faro se encendió recordándome la hora que era. Fui a la estación mas cercana de la línea Enoden y después tomé el JR. Lo último que recuerdo es haber encontrado un lugar para sentarme en el tren tras el transbordo en Yokohama. Después, me quedé profundamente dormido…

Tú pacá tú pallá

El Hasedera de Kamakura (鎌倉長谷寺)

DSC_0323

Según la leyenda, en el año 721 de nuestra era, el monje Tokudo Shonin paseaba cerca de Hase, en Nara, que era entonces la capital de Japón (antes de la época de las capitales olvidadas…) y encontré un árbol cuyo tronco era lo suficientemente grande como para construir dos imágenes de la diosa Kannon, de la que él era especialmente devoto. Así que, mandó cortar el tronco en dos, y realizarlas. Una imagen se quedo en el templo Hasedera de Nara. La otra fue lanzada al mar para que protegiera a sus fieles allá donde fuera.

鎌倉長谷寺

Quince años más tarde… en la noche del 18 de Junio, del 736, la escultura de madera de la diosa llegó a orillas de la playa de Kamakura, y un templo fue erigido en una colina cercana en honor a la misma, este templo es el que ahora conocemos como el Hasedera de Kamakura, uno de los templos que no dejo de visitar cuando voy a esta localidad.

弁天様

Es un lugar por el que me encanta pasear porque tiene de todo, al entrar, captará nuestra atención su jardín, después, pasearemos por entre sus capillas y edificaciones de madera hasta llegar a un mirador desde el que veremos el pueblo y el mar y por último nos adentraremos en las húmedas cuevas de cuevas de Benten Kutsu, dedicada al dios marítimo Benzaiten, al igual que isla de Enoshima.

Japanese garden at Hasedera temple

Para llegar hasta aquí, solo hay que andar apenas 10 minutos desde la estación de Hase, de la línea Enoden. La entrada al templo cuesta 400 yenes. Aquí os dejo su página oficial. ¡BUEN FINDE A TODOS!

Pray For Japan

La Playa de Kamakura (鎌倉ビーチ)

Kamakura Beach

Hace un tiempo os hablé de el Gran Buda de Kamakura, ciudad situada en la prefectura de Kanagawa, y con gran afluencia de visitantes, debido a su cercanía a Tokyo, sus múltiples templos y, también, su playa.

La Playa de Kamakura ( 鎌倉ビーチ ) no es la más adecuada para pasar un día de playa bañandote y tomándo el sol, pero está genial para darte un paseo o hacer surf. Creo que estas fotos hablan por sí solas… 🙂

Schoolgirls at Kamakura beach

Colegialas japonesas observando el mar.

Yo y mi cogote en Kamakura

Aquí yo intentando posar (sin éxito)

So long together...

Amor duradero…

My uncle playing with the water

Mi tío jugueteando con el agua

Padre e hija yendo a surfear

Padre e hija se van a surfear

Gran Buda de Kamakura (鎌倉の大仏)

Yo os hablaré más detenidamente de Kamakura y haré una breve guía, ya que es una visita bastante recomendable de un día si estáis ubicados en Tokyo o alrededores. Pero hoy simplemente os quiero dejar con este vídeo de uno de los elementos más característicos de este lugar : el gran buda de kamakura, que aunque no es tan grande como el gran buda de Nara, tiene otras curiosidades, como que puedes meterte en su interior…

Mi tío y yo, os lo mostramos en este vídeo de poco más de dos minutos que grabé con mi móvil