Monkey Island (猿島)
El otro día quedé con una amiga para hacer fotos en la playa. Desde Tokyo me acerqué a donde ella vivía, Yokosuka, una ciudad costera de la prefectura de Kanagawa que es famosa por tener una base militar norte americana (ya os hablaré de esta ciudad otro día). Cuando llegué me dijo que había encontrado el lugar perfecto para hacer las fotos: Monkey Island (en japonés Sarushima= 猿島), total que lo primero que vino a mi mente fue esto 😛 :
Evidentemente, no nos dirigíamos a una selvática isla virgen llena de tesoros ocultos, si no a un pequeño islote (eso sí, con mucha vegetación) que no tiene mucho que ver y está deshabitado, pero que los que viven por la zona utilizan para escaparse y tomarse un día tranquilo de desconexión, hacer barbacoas, o simplemente tener un día de playa (opcionalmente aderezado con alcohol) con los amigos.
Hay un bote de línea que, desde por la mañana, que hace constantes idas y vueltas a la isla, pero ¡ojo! el último barco sale cuando empieza a tardecer a eso de las 17:30, así que estad al tanto. El billete redondo cuesta 1200yenes (para ver el precio en Euros pulsad sobre la cifra) y el trayecto tarda unos 20 minutos. En el barco, sobretodo en verano, nos encontraremos mucha gente joven cargados de neveras con bebida y frutas, así como carne y verdura para las barbacoas.
La playa que nos ve llegar es en la que única un poco decente con arena y tal (el resto son rompeolas rocosos) por lo que aquí podremos ver a varios grupos de amigos tomando algo, alguna que otra familia con niños, la zona habilitada para barbacoas e incluso alguna que otra carpa o tiendas de campaña que se han montado los más preparados. Como curiosidad, comentar que no hay un solo mono en la isla, su nombre viene de que, según la leyenda, fue un mono el que guió a un sacerdote de la antiguedad para que la descubriera.
También hay un bar-terraza con algunos platos de comida rápida para picotear (véase la fotografía bajo estas líneas), que es el único lugar donde podréis comprar la cerveza local: Sarushima beer. Junto al bar están los servicios y, un poco más adelante, justo donde comienza el camino que se adentra en la isla, está la zona donde se dejan las basuras. La isla está muy limpia porque, independientemente del lugar de la isla donde hayan pasado el día, todo el mundo lleva su basura en una bolsa y, al volver a esta playa para coger el barco de vuelta, lo depositan en esta zona habilitada a tal efecto.
Aunque la isla ya fue pisada por humanos en la prehistoria japonesa (periodo Jōmon según los últimos hallazgos) lo que encontraremos a nuestro paso serán una serie de puestos militares de vigilancia que se construyeron durante el siglo XIX y posiciones de artillería y túneles que se construyeron durante la II Guerra Mundial. Tras atravesar toda esta zona llegaremos al otro lado de la isla, una zona rocosa y mucha más tranquila, normalmente frecuentada por pescadores.
Evidentemente esta no es la zona más adecuada para hacer un picnic, un botellón un una barbacoa, pero si quieres hacer fotos con cierta intimidad basta con caminar entre las rocas (eso sí, con cierta habilidad y mucha cautela, porque hay sitios complicados) y podremos llegar a zonas prácticamente desiertas donde podremos estar tranquilos y apenas veremos unos pescadores en la lejanía. Sinceramente todo un grato descubrimiento gracias a mi amiga…