Nikko (日光)
Nikko es una ciudad de la prefectura de Tochigi, a unos 150Kms al norte de Tokyo que es especialmente conocida por su catarata Kegon No Taki y por albergar uno de los santuarios más impresionantes del país formado por varios templos y edificaciones anexas. Este santuario es el único Patrimonio de la Humanidad de Japón que está geográficamente cercano a la capital nipona (mientras que en Kansai hay unos cuantos, yo ahí lo dejo caer) 😉
ACTUALIZACIÓN (Junio 2013): Ahora también el Monte Fuji es Patrimonio de la Humanidad y está cerca de la capital nipona.
Según la leyenda, el monje budista Shōdō Shōnin (勝道上人) llegó a Nikko con apenas 30 años buscando un lugar apartado desarrollar su conocimiento en medio de la naturaleza. En su camino, se encontró con río Daiya, que no podía cruzar debido a su fuerte corriente. Rezó para poder cruzarlo y el dios Jinjaou apareció y lanzó dos serpientes, una verde y otra azul que hicieron de puente para que el sacerdote pudiera cruzarlo. Tras haber pasado al otro lado, las serpientes desaparecieron y el monje erigió el primer templo: el Shihonryu-ji, allá por el año 766 de nuestra era.
Actualmente, en el emplazamiento de la leyenda tenemos el puente sagrado o Shinkyo (神橋), que podéis ver en la imagen superior, que separa la ciudad de los santuarios, y nos ahorra tener que invocar a dioses y serpientes para poder llegar al otro lado. Curiosamente la ciudad de nikko nace a raíz del santuario (y no viceversa), como asentamiento de servicios para los lugares religiosos. El Shihonryu-ji, el templo que erigió el fundador de este lugar cambió de nombre a Rinno-ji (que es el nombre actual), cuando paso a ser propiedad de la escuela budista Tendai.
No hace falta comentar que, tal y como véis en las fotografías, los edificios son impresionantes: la arquitectura, la pintura, los colores… todo siempre en armonía con la naturaleza… pero lo que hace que te pases horas y horas en Nikko son los detalles, los ornamentos y pequeñas historias y escenas cotidianas que se esconden entre las miles de tallas de madera, que encontraremos toda la superficie del complejo Toshogu-in. Una de las más populares la de los tres monos sabios (三猿), que es parte de una historia llamada sanzaru monogatari.
De izquierda a derecha tenemos a Kikazaru, Iwazaru, Mizaru los monos
que ni escucharán, ni hablarán, ni mirarán aquello que traiga el mal
El impresionante Toshogu-in del que os acabo de hablar, fue mandado construir por
Tokugawa Iemitsu, como santuario para su abuelo, del que ya os hablé hace poco: Tokugawa Ieyasu. Su grandeza fue una manera de mostrar el poder de su clan. El hecho de que la tumba con los restos del fundador del Shogunato Tokugawa estén aquí es otro de los atractivos que atrae visitantes al lugar. Frente a la tumba hay construido un altar en el que muchos japoneses se paran a orar. En la imagen bajo estas líneas vemos a una madre y una hija orando frente al mencionado altar:
Justo a la entrada del camino que nos lleva a el mausoleo encontramos también la popular talla del Nemuri-neko, que particularmente me encanta. Me gusta más incluso que la de los monos, pero para poder acceder a ella (y, por consiguiente, también a la tumba de Ieyasu), hay que pagar 520yenes extra (independientemente de que tengáis un bono para entrar al resto de templos) y al final la visita de todo el santuario te sale por un pico.
Este me parece un lugar ideal como visita de un día desde la capital nipona (o de dos días, si prefieres tomártelo con especial tranquilidad y disfrutar de uno de los ryokan u onsen de la zona). Para llegar aquí, hay diferentes posibilidades. La más rápida (pero la más cara) es coger un shinkansen hasta Utsunomiya, y después la línea Nikko hasta el final, esta sería la combinación ideal para los que llevan JRPass. Una vez aquí, se puede comprar un bono de entrada a los templos por 1000yenes. Si no tienes JRPass, la mejor alternativa es la línea Tobu, que también llega a Nikko, y ofrece el World Heritage Pass, que por 3600yenes incluye el acceso hasta Nikko en tren rápido y la entrada a varios templos del complejo.
Para terminar y no alargarme mucho más os dejo con algunas fotos de de los templos de Nikko, espero que os gusten. Si tenéis cualquier duda, podéis dejármela en los comentarios. 🙂 ¡BUEN FINDE!