Ya os hablé del Nebuta Matsuri, que se está desarrollando mientras leeis estas líneas en Aomori. Es uno de los matsuri más vistosos y animados que hay en Japón En él, la gente ataviada con unos trajes llamados Haneto (que viene del verbo Haneru, que significa brincar), salta y baila con alegría entre los nebuta (figuras hechas de papel de arroz de diferentes colores) que, iluminados, se convierten en la guía de un singular desfile que recorre las calles al grito “Rasseraa, rasseraa, rasse, rasse, raseraa” (ラッセラー,ラッセラー,ラッセ,ラッセ,ラッセラー)…
El disfrutar de este evento en persona es simplemente fabuloso… intentaré que os transportéis allí conmigo (aunque apenas sean 3 minutos y medio) mediante este vídeo del Nebuta Matsuri. 🙂
Durante mi estancia con Ana Sora en Aomori, para visitar el mágico Osorezan y disfrutar del famoso Nebuta Matsuri, fuimos también a ver el templo Seiryū-ji (青龍寺), popular entre los lugareños por albergar el Gran Buda de Showa, del que ya os hablé hace algunos meses (podéis ir al artículo correspondiente pulsando el link).
Curiosamente este santuario es un Betsuin(別院), es decir, como una «sucursal» de un lugar sagrado pero muy lejano para que, de esta manera, la gente que no pueda viajar lejos pueda venir aquí. Concretamente este templo es un «betsuin» del Monte Koya (que está cerca de Kyoto). En el recinto, además de la gigantesca estatua de Buda, encontraremos varios jardines y altares, con varias esculturas y pinturas muy interesantes, y una pagoda. A mi, personalmente, me sorprendió ver muchos molinillos de colores en muchos lugares del templo.
Otra cosa que me gustó de este lugar es que es precioso y apenas hay turistas, apenas vimos alguna que otra pareja de japoneses paseando por la zona. Para llegar a este templo, lo mejor es coger un autobús desde la estación de Aomori, el trayecto tarda 25minutos aproximadamente…¡pero no os despistéis con la hora, el último bus de regreso a la ciudad es a las 17:20!. La entrada cuesta 400yenes. Aquí os dejo con la página oficial del templo, y algunas fotografías más del santuario para que os hagáis la idea de su belleza:
El monte Osore, en japonés Osorezan(恐山) es un monte sagrado, de hecho es uno de los lugares más sagrados de Japón, donde un frondoso verde se encuentra con áridos parajes yermos de tierra volcánica con un ácido olor a azufre… donde el cielo se encuentra con el infierno… según la tradición local, los espíritus de los muertos vendrán a esta montaña y cruzarán el río Sanzu, para intentar llegar al paraíso.
Entre el verde de los bosques y el gris del azufre se yergue el Bodaiji, como un árbitro entre la luz y la oscuridad, un templo budista que, según la leyenda, fue construido por un monje en el año 862, que llegó a este lugar tras varias semanas caminando desde Kyoto siguiendo las ordenes de una aparición que había tenido en sueños.
El templo y los alrededores, están llenos de simbología, además de cientos de Warabe-Jizo de todos los tamaños, encontraremos objetos personales e incluso fotografías de difuntos (no las he subido por respeto) que los familiares han dejado allí para protegerles en su camino por el monte hacia su destino eterno. Las ofrendas de todo tipo (juguetes, cafés, botellas de té, comida, fruta, monedas, sake, molinillos de viento…) se suceden, en los grises altares, algunas de ellas incluso están esparcidas, ya que el lugar en sí es todo un santuario.
No obstante, en las varias horas que lleva recorrer el templo y sus alrededores, la sensación que obtenemos no es de miedo, si no de austeridad y respeto, en un punto en el que realidad y superstición se unen de una manera que incluso llegamos a percibir. De hecho, una vez al año, en este templo se reunen las Itako, videntes ciegas japonesas que nos pueden poner en contacto con el más allá.
No obstante, no todo es tan espiritual en este lugar, también hay otras curiosidades más mundanas, por ejemplo, tanto el monte como el templo salen varias veces en la serie de manga y anime llamada Shaman King, en la que, de hecho, uno de los personajes, Anna Kyōyama, es una itako, aunque no es ciega. Otra curiosidad es que, en el interior del recinto del templo hay un pequeño onsen, que aprovecha el agua sulfurosa del subsuelo del monte ya que, al parecer, tiene propiedades terapéuticas y medicinales.
En uno de los viajes que hice este verano por la región nipona de Tohoku este verano, me dejé caer por Aomori con mi amiga Ana Sora, el caso, es que conseguí que coincidiera con el Nebuta Matsuri (青森ねぶた祭り), uno de los más populares de la zona y, en mi opinión uno de los más coloristas y visuales de Japón, ya que su principal atractivo son unas figuras hechas de papel de arroz de diferentes colores sobre una estructura de madera e iluminadas desde dentro que se llaman «Nebuta«.
Durante el festival (que son como las fiesta locales de la ciudad), estos «nebuta» desfilan sobre unos carros arrastrados por hombres, jóvenes (y, algunos, los más pequeños, por niños). Normalmente son representaciones artísticas de diferentes capítulos de la mitología japonesa o incluso de momentos históricos, aunque otros pueden ser mezclas con elementos actuales o cómicos. Algunos son realmente grandes y van acompañados por Taikos enormes.
El ambientazo que hay en la ciudad en los momentos previos y posteriores al desfile es increíble, además la gente es muy amable y simpática con los extranjeros y más este año, con lo que esta región ha sufrido debido a los terremotos y el tsunami de Marzo. Durante el desfile, es impresionante los taikos no dejan de sonar al igual que los flautines, la gente salta y baila con alegría entre los nebutas entonando con fervor : «Rasseraa, rasseraa, rasse, rasse, raseraa» (ラッセラー,ラッセラー,ラッセ,ラッセ,ラッセラー). A ver si termino de editar el vídeo y lo subo, porque por mucho que os cuente, las palabras se quedan cortas.
La gente que participa en el desfile lleva un atuendo especial llamado Haneto (ハネト), de hecho de aquí viene el verbo Haneru (ハネル), que es un derivado del verbo Haneru (跳ねる) que significa saltar o brincar, ya que durante el recorrido no paran de saltar y bailar animando al resto de personas a unirse. Según tengo entendido cualquiera que lleve un Haneto puede unirse a danzar en el desfile. Ya que el ambiente festivo invita a hacerlo.
Realmente hay muchos matsuri en Japón, practicamente en cada barrio y cada pueblo, pero este es de los más festivos, coloristas y llenos de buen rollo en los que he estado. Además no está tan masificado como otros (aunque si recomiendo ir con cierta antelación si queréis coger sitio para hacer buenas fotografías (más abajo tenéis algunas imágenes más). Aquí os dejo con la página oficial.
El otro día visité (por primera vez desde que llegué a Japón) la región de Tohoku, la parte noreste de la isla de Honshu, una de mis asignaturas pendientes hasta ahora. En esta región fue la principal afectada por el terremoto y tsunami del pasado Marzo. No obstante, yo visité Aomori que está a unos 400Km de la zona afectada.
La ciudad de Aomori, es la capital de la prefectura homónima y una de las cosas que más me llamó la atención fue que su producto estrella son las manzanas. Era muy gracioso ver que en todas las tiendas de omiyage tenían siempre manzanas y todo tipo de productos derivados…
En realidad, a nivel turístico la ciudad en sí no tiene mucho que ver, su mayor valor son los parajes naturales de los alrededores y algunos templos a las afueras, como el Seiryū-ji, donde se ubica el gran buda de Showa. También recomiendo probar el ramen, no se cómo lo hacen pero aquí tiene un sabor diferente a otros lugares populares como Osaka o Fukuoka.
Durante mi estancia en Aomori, pude disfrutar del Nebuta Matsuri, una de las festividades más populares del país, de la que os hablaré más adelante. De momento os dejaré con el barco Hakkoda Maru(abajo), que junto con el A-Factory y el edificio ASPAM (las dos primeras fotos de esta entrada), constituyen los símbolos más conocidos de la ciudad. ¡BUEN FIN DE SEMANA A TODOS!
Ya sabéis que en Japón hay muchos, Daibutsu (Gran Buda), aunque los más conocidos sean el de Nara y el de Kamakura. Hoy os voy a hablar del Gran Buda de Showa (昭和大仏) que está en el templo Seiryū-ji de Aomori. Esta mole de bronce mide más de 21 metros (recordemos que el de Nara no llega a 15 y el de Kamakura está por debajo de los 12).
Ya os hablaré más detenidamente del templo, pero de momento quería daros este adelanto. Aunque hay otros budas más altos en territorio nipón, este es bastante impresionante. Podéis ver claramente el contraste en la foto inferior en la que estoy frente a él y parezco una hormiguita a su lado… ¡Lo más curioso es que su construcción fue a mediados de los 80! ¡Soy más viejo que este daibutsu! ¿Que opináis de este tipo de construcciones?
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